Ganemos Colmenar critica la Ley de Estabilidad Presupuestaria que ahoga económicamente a ayuntamientos

La Ley de Estabilidad Presupuestaria supone un absoluto desprecio a los Ayuntamientos y un atentado contra el principio constitucional de autonomía local.

En lugar de avanzar en una segunda descentralización que tendría que dotar a los municipios de mas competencias y dotarles de mayor finaciación, el PP se ha empeñado en sucesivas reformas que despojan de competencias y ahogan a los Ayuntamientos,

Pero no sólo se trata de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, también hay que hacer mención a la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local, que como hemos dicho en otras ocasiones pretende dejar a los Ayuntamientos para poner 4 farolas y dirigir el trafico. Y no podemos permitir que conviertan los Ayuntamientos en oficinas administrativas tuteladas por Montoro.

Hay que recordar que esta Ley emana de la reforma del artículo 135 de la CE. Reforma constitucional pactada una noche en los despachos de PP y PSOE a espaldas de la ciudadanía. Una reforma del artículo 135 con un marcado sesgo ideológico orientado a satisfacer los intereses de los mercados y las entidades financieras.

Los postulados ideológicos neoliberales contenidos en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, disfrazados en un supuesto ejercicio de responsabilidad, obligan a reducir servicios públicos, a recortar en educación, en sanidad, en atención a la dependencia, en prestaciones sociales, en limpieza de las calles, en seguridad, en cultura, en solidaridad… en todos esos servicios que se prestan para garantizar el bienestar de los vecinos.

Y la Regla del Gasto es la pata más perversa de esta Ley. Ganemos Colmenar muestra su rechazo mas absoluto a la Regla del Gasto porque no responde a las necesidades de la economía sino al objetivo ideológico de reducir el tamaño de la Administración y la intervención del Sector Público en la vida económica, al mismo tiempo que prioriza el pago de la deuda para asegurar el negocio de las entidades bancarias.

Pero además es injusto lo que están haciendo con los Ayuntamientos, que son los que están pagando las consecuencias de la crisis.

En el 2015, el déficit de las CCAA ascendió a 16.000 millones de euros, el déficit del Estado a 25.000 millones de euros, mientras que el conjunto de los Ayuntamientos, por cuarto año consecutivo obtuvo un superávit cercanos a los 5.000 millones de euros. En el 2015 en conjunto de los Ayuntamientos registró un 0.44% de superávit sobre el PIB.

Nos negamos a que los Ayuntamientos paguen la crisis y que sus superávit sirvan para compensar el déficit de la Administración Central y del las CCAA.

Y estando en contra de la Ley de Estabilidad financiera en general, es particularmente injusto el caso de Colmenar Viejo: tenemos deuda cero, nuestro presupuesto nace con superávit un año tras otro y contamos con un remanente de 19 millones de euros que no nos dejan gastar. ¿Tiene esto algún sentido?